Ser amiga del chico que te gusta.

La amistad, esa fusión entre dos o más personas que te hacen feliz, que te apoyan cuando lo necesitas.

¿Quién no quisiera ser amiga del chico del cual estas enamorada? Para compartir más allá del amor. Aunque claro para eso tendrían que ser algo más que amigos.

Cuando eres amiga del chico que te gusta, del cual sientes un sentimiento indescriptible como el amor, el cual piensas que es el chico más lindo del planeta, pero el no te corresponde no es una sensación agradable.

Cuando el chico que te gusta te pide consejos o  te cuenta sobre los problemas con la chica que le gusta, esa niña afortunada que lo tiene comiendo de su mano. Es una sensación dolorosa, pero que más queda que ayudarlo por el cariño que le tienes, aunque por dentro quieras llorar mientras le escribes.

EL AMOR

El sentimiento que trae alegría al llegar y tristeza al marcharse. Ese sentimiento que todos desean sentir, que nos saca una sonrisa con solo pensar en esa persona. Que nos hace vulnerables a los demás.

Todos algunas vez en su vida lo deben de vivir en todas sus etapas, desde la felicidad máxima a la tristeza desgarradora que va llena de llantos y enojos, que te llevan a pensar si realmente vale la pena exponerse de nuevo al amor.

El amor no es siempre es bueno, cuando es unilateral puede llegar a ser el sentimiento más desgarrador que existe. Te lleva a ilusionarte, crear historias felices, hacer planes futuros, pero todo esto desaparece cuando la otra persona encuentra el amor, y te deja sin más, te deja en un vacío donde la tristeza quiere ahogarte y tu luchas por salir con enojos, pero al final la tristeza gana y tú te dejas llevar por ella, llorando, desahogando todo lo que tienes dentro, dejando que algo más lidie con tu corazón roto, mientras tu mente descansa.

¿QUÉ PASA DESPUES DEL AMOR?

Si, la tristeza es una gran amiga en estos momentos, es la que te permite descansar, expresar todo el dolor que te ha dejado esa persona.

No obstante, el tiempo va curando tu corazón, tus sentimientos, haciéndote más fuerte. Te va llevando hacia otros lugares donde el amor puede ser correspondido. Pero quizás tengas miedo de pasar por lo mismo, ahora eres sobreprotectora contigo misma; todos pasamos por eso, es difícil volver a creer, a confiar en una persona, a veces cuesta muchísimo, pero llegara la persona indicada y poco a poco ira pasando todas las barreras que has creado, te desnudara hasta el alma, volverás a ser vulnerable, y solo te queda esperar lo mejor de la situación, se feliz, disfrutar los momentos felices, atesorándolos y recordándolos por la noches, disfruta los besos, los abrazos, que cualquier día pueden desaparecer bruscamente, mira a esa persona como si fuera la última vez que lo harás, bésala, abrázala.

Yo hubiera querido hacer eso, disfrutar el ultimo día que pudo haber sido mío, si tan solo lo hubiera sabido, me hubiera aferrado un poco más a nuestro abrazo de despedida, lo hubiera mirado a los ojos y besado, le hubiese dado todo lo que tenía, todo lo que me había guardado para no ser completamente vulnerable, si tan solo hubiera sabido que sería la última vez que lo vería.

Ahora sufro por no haberlo hecho, sufro por no haber tenido la despedida que ameritaba la ocasión, por no haberlo acompañado a la puerta, por creer que lo vería de nuevo.

Oscuridad.

EL

El hombre que robo mi corazón, el que me hizo sentir la mujer más especial de su mundo.

Ese hombre que me dio tantos momentos de felicidad, que me saco cientos de sonrisas con solo un mensaje, el que me consoló cuando estaba triste.

Nunca pensé que existiría el, que habría una persona que llegaría a mi vida para cambiarla de esta manera, que me haría sufrir al pensar en perderlo, que me rompería el corazón al marcharse.

Es duro pensar que esa persona que te dio tanta felicidad al llegar a tu vida, deja una gran tristeza al irse. No quiero dejarlo marchar, quiero seguir con él, me duele el pensar que lo nuestro se acabó cuando apenas empezaba.

No estoy lista para aceptar que el encontró a otra. Quiero pasar más tiempo con él, ver su sonrisa, disfrutar de sus abrazos, ser uno con él, pero su partida es inevitable.

Quisiera ser esa chica a la que él quiere, al menos tener una centésima parte de “eso” que la hace especial y lo alejo de mí, pero no es algo que puedo controlar.

No puedo ser lo que él quiere, no está en mí. Al igual que yo no puedo cambiar sus gustos. Solo me queda atesorar nuestros momentos juntos, aceptar su partida y ser feliz por él.

Porque él ahora se va, hará feliz a otra mujer, y ella será afortunada, un hombre como él es difícil de encontrar.

Oscuridad.